Día Mundial del SIDA
Hoy, Día Mundial del SIDA, recordamos que cuando se expandió esta pandemia por todo el mundo, la comunidad internacional se propuso detener su expansión antes de 2015. De cara a 2023, el objetivo es acabar con el SIDA. Por ello, hoy exponemos la necesidad de escuchar y poner en valor a las comunidades afectadas y recordar la necesidad de financiación, investigación, recursos económicos y profesionales, así como, visibilización, sensibilización y desestigmatización. Además, recordar que en el mundo, aproximadamente 33 millones de personas han fallecido a causa de enfermedades relacionadas.
El Día Mundial del SIDA se reconoció por primera vez en 1988 para visibilizar, crear conciencia, honrar a las personas afectadas, ofrecer información y desestigmatizar. Fue el primer día mundial entorno a la salud y hoy, en 2023, sigue siendo más que necesario. Además, tal y como explica ONUSIDA, este día, gente de todo el mundo se une para apoyar a las personas que viven con el VIH y recordar a las que han fallecido por enfermedades relacionadas con el sida.
Este año el lema es “Que lideren las comunidades”, ya que es fundamental que las comunidades de personas afectadas lideren, tengan su espacio y sean escuchadas.
Un problema casi estructural a nivel mundial que se especifica desde la Organización de Naciones Unidas se relaciona con la pérdida de liderazgo de las comunidades, la falta de financiación y los obstáculos políticos/legislativos que afectan a la continuidad en la sensibilización, información y prevención. La ausencia de una financiación justa en los Sistemas Públicos (Salud, Servicios Sociales, Educación) afectan de sobremanera, ya que esto implica recursos, proyectos para las personas afectadas y la no tenencia de profesionales suficientes. Nos encontramos también con la necesidad de inversiones en investigación sobre el VIH, en concreto sobre los antirretrovirales de actuación a largo plazo, las vacunas contra el VIH y su cura.
Recordamos que en el mundo, a fecha de hoy y desde que se inició esta pandemia, aproximadamente 33 millones de personas han fallecido a causa de enfermedades relacionadas.
También es esencial que la sociedad en su conjunto tome conciencia de cómo el VIH afecta la vida de las personas, para que de este modo podamos poner fin al estigma y la discriminación, y consigamos mejorar la calidad de vida de las personas que viven con el VIH.
Tal y como recoge en la Estrategia mundial contra el sida 2021-2026, “cuando la pandemia de sida se expandió rápidamente por todo el mundo, la comunidad internacional por primera vez estableció un ambicioso objetivo para detener e invertir la expansión del VIH antes de 2015. Cuando esto se consiguió, establecimos un objetivo todavía más ambicioso en 2016: acabar con el sida como una amenaza para la salud pública antes de 2030.”
Por ello, hacemos llamamiento para continuar trabajando, invirtiendo en recursos económicos y profesionales y pidiendo voz y espacio a las comunidades afectadas, a las que nos unimos como profesionales del Trabajo Social. La coordinación de los Sistemas de protección para realizar una labor de prevención es básica y fundamental; así como, en la eliminación de las desigualdades sociales que aumentan la vulnerabilidad.
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