20 de junio, Día Mundial de las Personas Refugiadas

Este año, bajo el lema “Solidaridad con los refugiados”, ACNUR subraya la importancia de acompañar esta conmemoración no solo con palabras, sino también con hechos. Hechos reales que implican:

• Escuchar y visibilizar las historias de las personas refugiadas.

• Defender el derecho de asilo y la protección internacional. Recordamos que, según datos de ACNUR, la tasa de reconocimiento de protección internacional se redujo al 12% en 2023, poniendo a España a la cola de la Unión Europea, muy por debajo de la media europea del 42%. Cuatro de cada diez solicitudes se denegaron.

• Impulsar soluciones concretas: poner fin a los conflictos, garantizar vías seguras y promover oportunidades de integración.

• Proporcionar recursos y apoyo a quienes acogen y acompañan.

Y, en esencia, dejar claro que ninguna persona refugiada está sola y que no le daremos la espalda.

Como profesionales del Trabajo Social, hoy recordamos nuestro compromiso con las personas refugiadas, reconociendo su dignidad, resiliencia y derecho a una vida libre y segura. Acompañamos sus procesos de integración desde una perspectiva de derechos humanos, justicia social y respeto a su dignidad.

Nuestro Código Deontológico recoge en su artículo 5 que “El trabajo social es una profesión basada en la práctica y una disciplina académica que promueve el cambio y el desarrollo social, la cohesión social, y el fortalecimiento y la liberación de las personas. Los principios de la justicia social, los derechos humanos, la responsabilidad colectiva y el respeto a la diversidad son fundamentales para el trabajo social…”. Por ello, como Trabajadoras Sociales debemos exigir a nuestros gobiernos que pongan en marcha las medidas suficientes para conseguir un país acogedor para quienes lo pierden todo.

Además, desde el COTSA no podemos dejar pasar este día sin poner el foco en Gaza. Sentimos dolor e impotencia por los más de 55.000 muertos, de ellos 18.000 niños. Hay personas muriendo literalmente de hambre por el bloqueo de la entrada de ayuda humanitaria y se cree que hay miles de muertos bajos los escombros, familias enteras. La inacción de la Unión Europea, y de la mayoría de sus Estados miembros, han permitido a Israel continuar libremente la masacre de la población palestina en Gaza con total impunidad.

Hoy, alzamos la voz contra el genocidio del que estamos siendo testigos contra el pueblo palestino. Queremos apoyar a quienes luchan por la injusticia. No podemos mirar a otro lado, no podemos ser indiferentes. Es necesario que, desde la mirada social de nuestra profesión, alcemos la voz por la libertad y la paz. Queremos alzar la voz y mostrar nuestra indignación porque nadie debería tener que buscar asilo fuera de su hogar por el terror inculcado por otros. Nadie debe ser expulsado de su hogar y su tierra.